Son muchas las variables que debemos analizar a la hora de elegir un campamento de verano. Una de ellas, obviamente, es el precio. Este aspecto no se puede valuar de manera individual; tendremos que hacerlo en comparación con otras particularidades. Como en todo, lo ideal sería encontrar un equilibrio en la balanza. Una buena combinación calidad-precio. Repasemos algunas de esas características que tendremos que estudiar junto con los precios de los campamentos.
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Variables que afectan a los precios de los campamentos
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- Lugar de residencia: se abren en este apartado una multitud de posibilidades que afectarán al precio final. Obviamente, no se pagará lo mismo por un campamento en el que se viva en un hotel con baño en las habitaciones, que por otro cuyas camas sean esterillas en una tienda de campaña.
- Actividades: podemos escoger lo más simple y, por ende, barato, que será un campamento a secas. Dormir, jugar, contar historias de miedo, comer. Lo básico. Por otra parte, si preferimos uno enfocado al conocimiento de un idioma o a la práctica de una actividad deportiva, el precio subirá lógicamente. Y si el deporte a llevar a cabo es, por ejemplo, la vela, más costará.
- Régimen alimenticio: todos van a ofrecer desayuno, comida y cena, pero el tipo de comida y el lugar en el que se ingiera puede variar. Es ese el aspecto que afectará directamente al precio de los campamentos. Comer en un restaurante o en mesas en medio del campo, que la pasta abunde o que haya una variedad gastronómica, que las galletas sean un lujo para desayunar o que podamos hacer unas exquisitas tostada. De todo ello dependerá el coste final.
- Duración: lo más habitual es que los campamentos de verano duren 15 días. Si, por el contrario, optamos por uno más largo, o menor, el importe a pagar no será el mismo.
- Destino: lo dejo para el final pero, ni mucho menos, porque carezca de importancia. Es más, quizá sea uno de los aspectos más significativos. Es normal que el precio cambie de un campamento que se desarrolla en el campo de una ciudad interior, a otro que tiene lugar en plenos Pirineos, o uno cuyo destino sea una preciosa playa del litoral.
Quizá resulte paradójico que en un artículo que se titula Precios de los campamentos no aparezca ni una sola cifra. Es tan amplia la horquilla que prefiero daros una guía, una serie de pautas a estudiar y, después, que sean vuestros gustos, los de vuestros hijos y, sobre todo, el bolsillo, el que tome la decisión. Además, a todo lo referido anteriormente, hay que sumar la empresa organizadora. Como en cualquier sector, hay marcas caras, baratas e intermedias.
Foto: Tomás J. Sepúlveda