Ya os he comentado en otros post el hecho de que los campamentos de verano pueden ser una buena terapia para que los niños se enfrenten a determinados miedos, como puede ser el miedo a la oscuridad; hay niños con miedo a los insectos y otros a los que les encanta acercarse a ellos, pero si al pequeño no le gustan asistir a un campamento de verano, en casi permanente contacto con la naturaleza, puede ser algo incómodo para él.
[!adsenseamp!]
Los primeros pasos a dar con niños con miedo a los insectos están en los padres o personas a su cargo; podemos enseñarles que son útiles para el medio ambiente, o realizar alguna visita a un parque para que se vaya familiarizando con su presencia. Si vemos que se pone nervioso cuando se acercan, le hablaremos tranquilamente y le recordaremos lo que ha aprendido sobre ellos y que no quieren hacerle daño, si está incómodo no le pediremos que se aproxime ni que lo coja.
Es importante hablar con los niños con miedo a los insectos para ver los motivos que desencadenan sus temores para ayudarles a afrontarlos, y hacerle saber que cuando acuda al campamento de verano habrá insectos y tendrá que saber estar en ese entorno lo mejor posible para él y sus compañeros.
Niños con miedo a los insectos, ¿por qué aparece?
[!adsense!]
El miedo a los insectos puede surgir cuando los niños son pequeños. Son elementos extraños para ellos, algo imprevisibles, que se suben por su cuerpo, trepan por la pared… Son miedos normales en la etapa infantil que podremos ir modelando según crezca el niño.
¿Cómo tratar a niños con miedo a los insectos en los campamentos de verano? Pues primero con tranquilidad en el momento en el que el niño, en una excursión, o en la tienda de campaña, se encuentre con uno. Es la mejor manera de demostrar que no pasa nada. Sobre todo, nada de criticarle ni de hacer comentarios del tipo ¡pero que no hace nada! Eso le crea inseguridad y se siente incomprendido, y puede derivar en situaciones más complicadas.
También podemos dar a los niños con miedo a los insectos un pulverizador con agua para que los espanten cuando se le acerquen, coger algunos y observarlos con ellos para que se vayan familiarizando, principalmente, hay que tener mucha paciencia y no gritarles si demuestran su miedo ni montar un drama si le terminan picando, que será algo que pueda pasar (probablemente tengan miedo a la propia presencia del bicho más que al hecho en sí de que le vaya a picar). Cuando termine el campamento y lo hayan superado, o al menos tolerado mejor, volverán a casa orgullosos y muy felices.