No hay una opinión común acerca del tema del que versa este artículo. En realidad es imposible que la haya. Cada persona tiene unos gustos y, por lo tanto, preferirá unas actividades que, quizás, a su compañero de litera le parezcan odiosas. Esa es una de las virtudes de los campamentos de verano: la gran variedad de acciones que se realizan. Será complicado que a alguien no le convenza ninguna.
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En un campamento de verano hay actividad física (desde partidos a deportes clásicos como fútbol o baloncesto) hasta rutas de senderismo y, en los cada vez más habituales campamentos multiaventura, otras modalidades como rafting, tirolina, kayak, etc. Pero también hay naturaleza, conocimiento y enseñanza medioambiental. Y juegos. Muchos.
Historias de miedo alrededor de la hoguera, concursos, comidas todos juntos e infinidad de nuevas experiencias. Clases de inglés o de vela. En un campamento de verano no hay tiempo para aburrirse. Y si somos de los hiperactivos, podemos apostar por un campamento multiactividad.
¿Qué nos divierte en un campamento de verano?
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De todas las actividades que se pueden realizar en un campamento de verano multiactividad, lo más habitual es que las experiencias distintas, las menos habituales como el rafting, kayak, tirolina, vela, etc sean las más atractivas para todos los asistentes al campamento. Por el contrario, no es de extrañar que las clases de inglés (o cualquier otro idioma) diviertan bastante menos.
Pero no es una regla escrita, ni muchísimo menos. Las clases no son tal. Son divertidas. Se aprende jugando. Y ello hace que a muchos niños y niñas les encanten. Están aprendiendo una nueva lengua sin apenas darse cuenta. Adquieren unos conocimientos a la vez que ríen (a veces a carcajadas) y disfrutan al máximo.
En los campamentos de verano no pueden faltar las historias de miedo en la oscuridad. En esto seguro que hay amores y odios. Algunos disfrutarán, estarán felices, deseosos de que termine la cena y empiece a lucir la hoguera. Pero otros no sentirán ningún placer con el miedo. Preferirán meterse en la cama antes. No quieren ni oír hablar de espíritus o asesinos en los caminos abandonados.
Un campamento de verano es cada vez más una mezcla de actividades y experiencias. Un lugar en el que reír y madurar. Disfrutar y crecer.