Llegada la época estival muchos niños se sienten inquietos y echan en falta la rutina del colegio, pero a la vez se encuentran deseosos de pasar las mañanas y tardes en el parque o la piscina jugando con sus amigos. Por eso una de las mejores opciones una vez acabado el curso es una escuela de verano. Los niños no solo se divierten, sino que aprenden valores importantes, como a compartir, la disciplina, el respeto, etc., al mismo tiempo que continúan con su formación. ¡Así da gusto pasar el verano!
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Estas escuelas de verano, además, las podemos encontrar de diversa índole. Por ejemplo: campamentos urbanos situados en la ciudad y en los que los padres pueden recoger a los pequeños para que duerman en casa. También hay campamentos situados en entornos naturales que fomentan la independencia del niño y su contacto con la naturaleza, como pueden ser los que se organizan en torno a una granja escuela, además de permitir actividades deportivas . Otra opción son los campamentos de idiomas, en los que se fortalece y perfecciona el idioma que esté practicando el pequeño. De cualquier manera, todos compaginan la formación educativa con actividades lúdicas, artísticas y deportivas, con lo que acaban siendo una escuela divertida para los niños.
Una escuela divertida para los niños y compatible para los padres
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Cabe destacar que la opción de una escuela de verano es, además, una forma de compatibilizar los horarios de trabajo de los padres que no tienen vacaciones durante la época estival. En lugar de dejar al pequeño en casa a cargo de una persona responsable, los padres pueden ir tranquilos al trabajo mientras saben que sus hijos están aprendiendo a la vez que lo pasan bien. Y, así, todos felices 🙂
Otra de las ventajas de una escuela de verano es el contacto social del niño. Se estimulan tanto su capacidad de socialización como sus habilidades comunicativas. Además, los pequeños suelen hacer amigos nuevos y fortalecer las amistades que ya tienen. Para ellos no es solo una continuación de su aprendizaje, sino una aventura que compartir con sus compañeros y con la que divertirse todo el verano. Y para los padres es la tranquilidad de saber que sus pequeños están en buenas manos, sin descuidar su formación y desarrollando valiosas habilidades sociales.
¿Qué habéis pensado para este verano? ¿Ya conocéis el funcionamiento de una escuela de verano cercana? Cuéntame tu experiencia o si prefieres otro tipo de actividades para estos meses que se aproximan…