Aún quedan unos meses para el verano pero si estáis pensando en mandar a vuestro peque a alguno de los campamentos de verano disponibles tendréis que saber que existen muchas posibilidades para ello. Por eso, hay que tener en cuenta algunos aspectos a la hora de elegir un campamento de verano u otro; os las resumo a continuación.
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Lo primero que tenemos que tener claro es que, de verdad, nuestro hijo quiere asistir a un campamento de verano. Si no es así y nosotros nos empeñamos, seguramente sufrirá, pasará unos días inestable, no aprenderá ni se lo pasará bien. Se trata de escucharle y entre todos elegir la mejor opción.
Una vez sepamos que sí tiene ganas, deberemos decidir la temática del campamento de verano, es decir, si lo enviamos a un campamento de inglés, de música, artístico, en la naturaleza, deportivo, etc. Si le gusta la playa, la montaña… Hablaremos con él y juntos consensuaremos qué tipo de campamento vamos a elegir.
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Después, comienza la búsqueda. Para elegir un campamento de verano deberemos optar por uno con sólida experiencia, que sepamos va a proporcionar profesionalidad y positividad a la estancia. Nos deberemos informar sobre las condiciones de alojamiento, las instalaciones donde vivirán mientras transcurre el campamento de verano y cómo será su desarrollo: clases, quién las imparte, durante cuánto tiempo, actividades paralelas, etc. Los monitores deben ser profesionales del área que impartan y lo ideal es que no se superen los 12 chavales por monitor. Es importante saber con quién vamos a dejar a nuestros hijos; si el campamento es de idioma, los profesores nativos también serán un plus de garantía.
También debemos asegurarnos de que el campamento de verano tenga su licencia en regla y todos los permisos según establezca la ley, seguros, coberturas sanitarias, etc. No dudéis en preguntar e informaros sobre todo esto. Si tenéis posibilidad de visitar las instalaciones también os quedaréis más tranquilos si las veis con vuestros propios ojos e incluso si conocéis a los monitores.
Asimismo, pregunta el precio completo de todo el campamento (no vaya a ser que incluya suplementos adicionales o cualquier otro importe extra), saber qué incluye, qué tipo de ropa debe llevar el niño y si necesitará algún material extra para llevar, qué tipo de actividades se realizarán y cómo se distribuirán en función de edad o necesidades, etc.
En todo momento se busca que, durante el campamento de verano, el niño se divierta, aprenda, madure, refuerce su autonomía, su responsabilidad, aprenda a compartir y a convivir. Si es el primer año que va será, sin duda, toda una experiencia.