Vale. Estamos en una página de campamentos de verano… pero hoy vamos a hablar de campamentos de invierno, porque con el frío no hay que quedarse en casa necesariamente y los más pequeños pueden disfrutar de unos días inolvidables en compañía de otros niños de su edad realizando actividades propias de esta época del año.
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Estos campamentos de invierno suelen hacerse por ejemplo en época de Semana Blanca o en Navidades, cuando los niños no tienen cole, y así se pueden aprovechar mejor los días en convivencia. Algunos incluso pueden incluir acampadas y eso conlleva seguir una serie de consejos para que todo transcurra perfectamente.
Ante todo, es importante llevar mucha y buena ropa de abrigo, que sea cortavientos y, también, impermeable. Igualmente, es necesario comer e hidratarse adecuadamente para tener reservas de hidratos de carbono. La vestimenta se ha de hacer por capas, la primera de sudoración, la segunda para aislar y la tercer para cubrir del viento o la lluvia. Si la excursión o la actividad se desarrolla en la nieve habrá que llevar ropa apropiada para este medio.
Actividades de los campamentos de invierno
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De este modo, en los campamentos de invierno se pueden llevar a cabo actividades como, por ejemplo:
- Esquí alpino
- Snowboard
- Esquí de fondo
- Raqueta
- Deslizamiento sobre nieve
- Pesca en el hielo
- Paseos en trineo
- Patinaje sobre hielo
Otros campamentos pueden estar protagonizados por diferentes actividades o disciplinas que, en realidad, no tengan que ver con la época del año que se desarrollan. Es el caso, por ejemplo, de los campamentos de invierno de fútbol, que se organizan con una estructura similar a los que tienen lugar durante los meses estivales y que incluyen la posibilidad de asistir a clases de inglés o de otros idiomas para que los pequeños futbolistas del futuro consigan divertirse al mismo tiempo que aprenden y conviven con otros chavales de su edad.
Los deportes de invierno ejercitan los músculos abdominales y las piernas; asimismo, ayudan a trabajar el equilibrio, la coordinación y el movimiento, a la vez que tonifican. Sin contar lo divertida que es la nieve para los más pequeños, a los que les encanta saltar y caerse en ella. La adrenalina que liberan es máxima y tras una jornada de deporte y risas en la nieve el descanso está más que asegurado.